MEDITACIÓN: LAS EXCUSAS MÁS FRECUENTES Y CÓMO FUMIGARLAS

blogpost Mar 09, 2021

Todos sabemos que meditar es medicina, pero ¿por qué no lo hacemos?

 

La meditación puede ser un reto, y más aún si no tenemos claro por qué la estamos practicando. Puede resultar raro e incómodo sentarse con el único objetivo de escuchar el interminable monólogo de nuestras cabezas, o puede resultar muy aburrido para los que estamos acostumbrados a hacer 3 o 4 cosas a la vez.

 

Después de mucho tiempo de escuchar mis propias excusas para no meditar diariamente y las razones de mis clientes, he recopilado una lista de los obstáculos más comunes, y una solución para combatirlos:

 

1. “Estoy demasiado ocupado” / “No tengo tiempo” / “No logro encontrar el momento”

 

Verdad, especialmente si tienes un hijo pequeño, un trabajo a tiempo completo, clases y deberes, o cualquier otra ocupación que abarque tu día entero. Sin embargo, estamos hablando de solamente 10 minutos al día. La mayoría de nosotros pasamos más tiempo viendo Instagram, viendo algún video irrelevante que nos mandaron por WhatsApp, navegando por Internet sin causa ni dirección, etc., etc. Parece que no tenemos el tiempo porque estamos obsesionados con llenar hasta el último minuto del día con alguna actividad. Si somos sinceros con nosotros mismos, parece que NO queremos tener tiempo “vacío” en nuestras vidas. El vacío y el silencio nos dan vértigo existencial.

 

Te propongo que te pongas una alarma en el celular, en un momento del día en que sabes (con anticipación) que tendrás 5 o 10 minutos disponibles. Oblígate a hacerlo. Eres 100% capaz de actuar a pesar de la incomodidad. Eres 100% capaz de hacer algo a pesar de que tus pensamientos y tus emociones te jalen para atrás. Tus actos definen quién eres.

 

Otra excelente opción, es meditar cuando te acuestes en la cama para dormir. Ponte en posición boca arriba con los brazos extendidos y las palmas de las manos hacia arriba. Inicia por simplemente poner atención a tu respiración, o utiliza una meditación guiada (lista de Apps al final).

 

2. “Me parece incómodo sentarme quieto y recto por tanto tiempo” / “Haría el ridículo si me siento a meditar en mi trabajo/hogar/universidad”

 

Si estás tratando de sentarte con las piernas cruzadas en el piso y con la espalda recta desde un inicio, sí, lo puedes encontrar incómodo. No trates de ser Buda en tu primer intento. Los estudios demuestran que uno puede obtener la mayoría de los beneficios meditando en una silla (con las piernas rectas y las plantas de los pies en el piso, espalda erecta y palmas de las manos preferiblemente en tus muslos), recostado boca arriba, caminando o haciendo yoga. Puedes empezar con dos o tres minutos en tu silla durante tu trabajo/estudio; no tienes siquiera que buscar un lugar “especial”. Claro, si puedes y tienes la oportunidad de hacerlo con las piernas cruzadas y en el piso, mejor, pero no queremos que eso sea un obstáculo para que inicies la práctica. Busca lo que te funcione, lo que se te haga cómodo, lo que vaya con tu estilo de vida. No busques llegar a la perfección al inicio si es que eso va a significar simple y llanamente que no lo vas a hacer. Recuerda: la perfección es el mejor amigo del autosabotaje.

 

Personalmente, inicié con meditar en mi cama todas las noches antes de dormirme, tal como lo recomiendo en el punto anterior. La posición boca arriba con los brazos extendidos y las palmas de las manos hacia arriba es especialmente relajante y ayuda a conectarse. Es un momento idóneo para reflexionar sobre tu día, conectarte con tus sensaciones caporales, con tus órganos, con tu ser interno, y darle la señal al cuerpo de que es hora de relajarse y de sucumbirse al océano del sueño.

 

3. “No puedo parar de pensar” / “Mi mente no se calla”/ "Me desconcentro demasiado"

 

Tratar de detener los pensamientos de tu mente es como tratar de detener el viento. Una de las recomendaciones más comunes es que, al meditar, te posiciones como un espectador que mira a tus pensamientos pasar como hojas en el viento. No se trata de parar los pensamientos, se trata de verlos ir y venir. Siéntate en el asiento de la consciencia, del sí mismo, y observa el tren de pensamientos. Es normal engancharse con ellos, pero la práctica de volver al asiento ya es suficiente para ir ganando terreno en la meditación.

 

En el Oriente, se describe a la mente como un mono borracho que ha sido mordido por un escorpión. Tal como el mono salta de rama a rama sin dirección ni orden, la mente salta de un pensamiento a otro sin cesar. Cuando inicias a meditar, te puede parecer molestoso descubrir ese ruido incesante e incontrolable de tu interior. Pero no es nuevo, simplemente no te habías percatado de su existencia. El hecho de que no te pares a escucharlo intencionalmente, no quiere decir que no anda ahí dando vueltas.

 

Se estima que, en una sesión de 10 minutos de meditación, una persona tiene alrededor de 300 pensamientos. Así como se estima que una persona tiene entre 4,000 y 8,000 pensamientos negativos de sí mismo durante un día entero. Que tú no te percates de este monólogo interior, no hace que se vaya. Seguirá ahí, rigiendo tu vida y tus actos.

El simple hecho de tener la intención de convertirte en un espectador de tu mente por 2, 3, 10 o 40 minutos ya tiene sus beneficios. Te vas a distraer, pero puedes volver las veces necesarias a intencionalmente ser el espectador de las hojas del viento. Esta capacidad de mirar y escuchar desde afuera es una función llamada metaconciencia, y tiene beneficios sobre tu capacidad de concentración, de análisis y de resolución de conflictos. Es una capacidad que mientras más la entrenas, más fuerte se vuelve.

 

4. “No veo los beneficios” / “No sirvo para esto”

 

Aquí es cuando debemos confiar en que los investigadores están haciendo bien su trabajo. Recuerda, los músicos no nacieron sabiendo tocar las notas, tú no naciste sabiendo hablar. Todo proceso de aprendizaje tiene sus momentos de frustración (acuérdate cuando aprendiste matemáticas, cuando fuiste a tu primera clase de ese deporte que ahora dominas, cuando aprendiste a usar una herramienta en la computadora). Naturalmente queremos botar la toalla al inicio. Pero si insistes en su práctica, en unas pocas semanas te olvidarás de la frustración e incluso empezarás a anhelar estos minutos. Los beneficios no vienen de repente, vienen poco a poco, se van incorporando en tu día de diferentes maneras y en distintos momentos.

 

Te recomiendo que pongas atención a tu ánimo, a tus reacciones con tus seres queridos, a tus ira, a tu sueño, a tu concentración, a tu tolerancia al dolor. Hay muchas áreas en donde los beneficios de la meditación pueden estar reflejados.

 

Estudios longitudinales enfocados en prácticas meditativas ancestrales (Tang, Holzel & Posner, 2015) hallaron los siguientes cambios neurológicos:

 

· Mejora en atención intencional: aumento en la corteza anterior cingulada y el stratium.

· Mayor capacidad de desenganche atencional de información: activación del núcleo caudado y el putamen.

· Mejora en el control del flujo de pensamientos: actividad en el parahipocampo.

· Mayor regulación emocional: mayor activación en el área que conecta la corteza prefrontal con la amígdala.

· Desarrollo de la autoconsciencia: mayor activación de la ínsula, la corteza prefrontal medial y la corteza posterior cingulada.

 

Además, en estudios transversales con principiantes que practican meditación occidentalizada (Desbordes, Negi, Pace, Wallas, et. al., 2012) se hallaron cambios en:

· Menor detección de amenazas (percibidas erróneamente): desactivación de la amígdala.

· Control de la atención: incremento en la corteza anterior cingulada.

· Activación de la autoconsciencia: activación de la corteza prefontal medial y anterior cingulada.

 

5. “Es solo una moda del momento”

 

Si bien en los últimos años, la mayoría de medios y de celebridades hablan de la meditación como una panacea que te librará de todos tus males, esta práctica tiene más de 2,500 años. Buda fue uno de los pioneros en expermimentar cómo y de qué maneras acallar la mente para entrar en contacto con el espíritú. Asimismo, los libros Cristianos entablan como Jesús se adentró por 40 días en el desierto (algo que lo podríamos ver como un retiro de silencio, un retiro de meditación) para comprender los deseos de Dios.

La mayoría de religiones tienen algún tipo de práctica que se asemeja a la meditación y que tiene sus mismos beneficios. Es por eso, que más allá de los beneficios físiológicos a nivel cerebral, la meditación está muy ligada a la espiritualidad.

 

--------------

 

Si necesitas apoyo o guía para meditar, estas son las mejores Apps para hacerlo:

- Calm

- Headspace

- Insight Timer

- Aura

- Sattva

 

Yo personalmente, inicié con meditaciones guiadas de Louise Hay en YouTube. Encuentra lo que a ti te convenga y te facilite la práctica.

 
 

REFERENCIAS:

 

Desbordes, G., Negi, L. T., Pace, T. W., Wallace, B. A., Raison, C. L., & Schwartz, E. L. (2012). Effects of mindful-attention and compassion meditation training on amygdala response to emotional stimuli in an ordinary, non-meditative state. Frontiers in human neuroscience, 6, 292.

 

Tang, Yi-Yuan & Holzel, Britta & Posner, Michael. (2015). The neuroscience of mindfulness meditation. Nature Reviews Neuroscience. 16. 10.1038/nrn3916.